[Field epidemiology in times of COVID-19: challenges for public health services. SESPAS Report 2022]

Gac Sanit. 2022:36 Suppl 1:S76-S81. doi: 10.1016/j.gaceta.2022.02.009. Epub 2022 Apr 20.
[Article in Spanish]

Abstract

During the COVID-19 crisis, local epidemiology units have been forced to manage an increasing number of cases, contacts and outbreaks for which they were not previously prepared or staffed. Under normal circumstances, the efficient study and control of outbreaks and public health alerts requires human and material resources, situation analysis to identify possible causes and present recommendations, coordination with other health system structures, as well as the providing a written report including control and prevention measures implemented and their results or other recommendations. The field study of outbreaks has been systematized in a way that has made it possible to implement quick and effective measures, for the interruption of transmission chains and management of risk situations. To achieve this, a rapid and extraordinary exercise of digital integration, staff mobilization and creation of ad hoc structures needed to be carried out. Solidarity and cooperation between professionals from different administrations has been the pillar that has sustained the surveillance systems. Despite this, obstacles have been found as a result of the lack of coordination, social inequalities, and later, pandemic fatigue, which have reduced adherence and effectiveness of the implemented measures. It has also come to light the need to properly staff these units with trained professionals, and match working conditions and salaries with other health services.

Durante la crisis por la COVID-19, las unidades periféricas de epidemiología se han visto obligadas a gestionar un volumen de casos, contactos y brotes para el que no estaban dimensionadas ni dotadas. En situaciones ordinarias, el estudio y el control eficiente de los brotes y de las alertas requieren recursos humanos y materiales, análisis de la situación para identificar causas y emitir recomendaciones, coordinación con otras estructuras del sistema sanitario, así como la devolución de los resultados y las actuaciones en un informe y una propuesta de actuaciones. El estudio de brotes sobre el terreno ha evolucionado, alcanzando un grado de sistematización que ha permitido implementar de forma generalizada medidas rápidas y eficaces, para la interrupción de las cadenas de transmisión y la gestión de las situaciones de riesgo. Para conseguirlo, se ha tenido que realizar un ejercicio rápido y extraordinario de integración informática, de movilización de personal y de creación de estructuras ad hoc. La solidaridad y la cooperación entre profesionales de distintas Administraciones ha sido el pilar que ha sostenido el sistema de vigilancia. A pesar de ello, se han detectado obstáculos fruto de la falta de coordinación, las desigualdades sociales en salud y, posteriormente, la fatiga pandémica, que han disminuido la adherencia y la efectividad de las medidas. A su vez, se ha puesto de manifiesto la necesidad de redimensionar estas unidades, dotarlas de profesionales con formación y equiparar las condiciones de trabajo y de remuneración con los servicios de salud.

Keywords: Brotes de enfermedades; COVID-19; Communicable diseases control; Contact tracing; Control de enfermedades transmisibles; Disease outbreaks; Epidemiology; Epidemiología; Equidad en salud; Estudio de contactos; Fuerza laboral en salud; Health equity; Health workforce.

Publication types

  • Review

MeSH terms

  • COVID-19* / epidemiology
  • Disease Outbreaks / prevention & control
  • Health Services
  • Humans
  • Pandemics
  • United States